Deutschland über alles!

7 de Febrero de 2009

Una imagen vale más que mil palabras  (Terry Pratchett estableció cuánto más en una de sus famosas notas a pie de página). De modo que…

 

Oh, sí. Es lo que parece. La portada de la edición alemana de Bruno Dhampiro, convertido para el público teutón en El orfanato del vampiro. Y no os creáis que es un boceto, una prueba o una primicia… Cualquiera puede descargarse la cubierta en alta resolución en la web de Fischer Verlage (concretamente, aquí) y, a partir del 12 de febrero, cualquiera puede comprárselo en librerías de toda Alemania (y alguna de Bélgica y de Suiza, que las autoras de libro único nos googleamos estas cosas a poquito que tengamos oportunidad). Yo, por respeto a mis lectores de all around the world, e aprendido a escribir el título en alemán y a pronunciarlo con ferocidad, que es la única manera de hablar alemán que conozco, qué le voy a hacer.

En fin, pues eso, pues ya está aquí, y estoy contenta, feliz y encantada. Ya sabéis… ¡Das Waisenhaus der vampire, para ese sobrinito teutón que todos tenemos!

Comentarios surtidos

26 de Enero de 2009

Francisco Javier Illán ha tenido la amabilidad de comentar Bruno Dhampiro en su blog literario, Acantilados de Papel. He releído varias veces eltexto. Y no sólo por el placer egomaniaco de ver reseñado mi libro (que también), sino porque veo que lo han reseñado con atención, con seriedad… y con referencias cinematográficas que yo no había incluido conscientemente, pero que responden, sin excepción, a películas que me encantaron de pequeña. ¡Nunca acaba una de conocerse! Desde aquí le doy las gracias y desde aquí os pido a todos que le echéis un vistazo, que me hace ilusión.

Podéis leer el comentario aquí

Por otra parte, googleando mi dhampiro como toda buena autora psicópata debe hacer, me encontré con una brevísima referencia en el Heraldo de Soria. La apunto aquí a efectos archivísticos.

He recibido por varias fuentes la mala noticia de que el foro de los electroduendes ha vuelto a caer víctima de las hordas de troll. Algunos de sus usuarios están intentando recuperarlo en esta dirección. Cualquier electroforero que pase por aquí puede darse por direccionado.

Pasando a la sección anécdotas, el otro día tuve un semiencuentro telefónico en la tercera fase. Yo estaba hablando con una chica de una agencia de comunicación de Barcelona, y ella me pidió mi nombre completo para mandarme una información. Cuando le dije que me llamaba Rosa Gil, me contestó: “Anda, una de mis mejores amigas se llama Rosa Gil; y también es periodista. Ha escrito un libro que se llama Anécdotas de secretarias“.

¡Oh, cielos! ¡Era ella! ¡Mi tocaya, la responsable (ella debe de pensar lo mismo de mí) de que yo figure como autora de Anécdotas de secretarias en varias webs de librerías! ¿Qué podía decirle? ¿Cómo sugerirle que una de las dos debería cambiarse de nombre artístico? A este paso, acabaré matándolas a todas: a la Rosa Gil de Anécdotas de secretarias, a la Rosa Gil de La gallina (cuento infantil) y, sobre todo, a Blanca Rosa Gil, que me convierte en una perla del folclor caribeño en cuanto hago la más mínima búsqueda.

Nota final. Espaciolibros parece haberse plantado: para ellos, soy Surfer Rosa, de The Pixies. Ya que mi cambio de identidad parece definitivo, he decidido, al menos, disfrutar de la canción. Podéis verla en este link.

El Dhampiro añejo

1 de Enero de 2009

Cominero es una librería-papelería que está en la Avenida de Cádiz. Seguramente no tiene nada de particular, pero es uno de esos lugares familiares y de toda la vida que me alegro de volver a ver cuando voy a ver a mis padres. En Cominero he comprado muchísimos cuadernos, lápices, gomas, clasificadores, carpetas azules, rotuladores y forro para libros. También he sonsacado a mi madre algunos regalos de capricho: una bolsita con lápices de colores diminutos, una libreta en miniatura con páginas perfumadas, pegatinas ñoñísimas y sacapuntas de fantasía. También fui allí cuando decidí empezar a comprar cómics de superhéroes por mi cuenta, en lugar de limitarme a los que mi hermano tenía, y pasé muchísima vergüenza al pagarlos, porque en aquella época las chicas no compraban tebeos y los dependientes me miraban con curiosidad… aunque sin crítica; incluso me decían de vez en cuando que había otra niña que iba por allí a por sus Patrulla-X y sus Vengadores.

Mi padre compra allí los periódicos todos los días y, ejerciendo de padre del artista, consiguió en su día que Cominero pidiera unos cuantos ejemplares de Bruno, que pusiera uno en el escaparate y que le tuviera puntualmente informado de las ventas. Normalmente, cuando le dice que ha vendido uno mi padre sabe quién lo ha comprado.

El caso es que he estado por allí en Navidad y he comprobado que Bruno sigue en su lugar de honor. Eso sí, las inclemencias solares lo han dejado un poco descolorido, como podéis ver en la foto.

PD. Ahora Espaciolibros considera que soy una canción de los Pixies…

Solo no puedes… con amigos sí

16 de Diciembre de 2008

Conocí a Cristina y Dani (con los nicks de Atómica y Dani Morn) a través del primer foro del que fui asidua -y, de momento, el único en el que me he implicado de verdad. Su nombre era Electroduendes, aunque tras varias hecatombes informáticas y trolleras se reconvirtió en La Quinta Parte. Como podéis imaginar, el foro en cuestión no versaba sobre crítica literaria, ni sobre teoría política aplicada, ni sobre filosofía comparada: era un lugar de discusión de juguetes, series y frikismos de los años 80. Allí descubrí por qué había visto “Farenheit 451″ a tan tierna edad y un sábado por la mañana (gracias al “La clave” para niños llamado “Pista libre”), descubri la sucesión exacta de Sábado-Sabadabadá-Dabadabadá-El Kiosko, presentadores incluidos, volví a ver fotos del Big Track que tuvo mi hermano Manuel y descubrí que “Choky” era una serie checa.

Pero lo más importante es que los usuarios de aquel foro eran una gente estupenda. Aún recuerdo la primera quedada que hicimos, a las puertas del Tupper Ware malasañero, que nos pareció bien ambientado para nuestros propósitos. Yo me sentía muy friki y estuve a punto de no ir. Por suerte, me quedé, me reí, me compré una chapa de “Los Cinco” y volví a casa cinco horas después, más feliz que una perdiz.

Los chicos de La Quinta Parte también estuvieron en la génesis (madre, qué palabro) de Bruno y discutieron posibles nombres de héroes y villanos con mucho entusiasmo y acierto. Tienen su pequeño, mínimo agradecimiento en las páginas de cortesía y me encantaría que me ayudaran con los patronímicos del segundo volumen, que, de momento, se me resisten (ya sabéis, chicos, a visitar el grupo de Bruno en Facebook).

Bueno, el caso es que sigo en contacto con muchos de aquellos foreros y Cristina y Dani siempre ocuparon un lugar especial (junto con Obélix y Atalaya, AKA Sergio y Pili, y Rondador, ahora desaparecido en las alas del amor). En primer lugar, porque siempre es bonito presenciar cómo dos personas se enamoran. Y, en segundo, porque los dos son encantadores, sonrientes, amables, curiosos y, por resumirlo de alguna manera, maja gente. Los vi por última vez este verano, cuando recalaron por Madrid y me llamaron para tomar algo y para que les firmara sus Brunos. Los dos fueron, como de costumbre, encantadores, y me escribieron después para decirme cuánto les había gustado.

Pero aún tenían algo que decir. Hoy, desde su blog (que recomiendo, sobre todo a los amantes de Japón y de Nanni Moretti) recomiendan Bruno Dhampiro como lectura para estas navidades. ¡Mil gracias, chicos!

Espasa apuesta por Bruno

21 de Noviembre de 2008

Pocas novedades respecto a Bruno. Hace unos días estuve en El dragón lector, una de mis librerías infantiles preferidas, para proponer alguna actividad relacionada con el libro. El encargado, un tipo realmente amable, me dijo algunas cosas que me disuadieron: que los niños de esa edad ya no van a librerías infantiles, que lo mejor era acudir a colegios y que ellos tenían mucho público, pero de niños más pequeños que vienen con sus padres. Creo que tenía razón, la verdad, así que voy a intentar “trabajarme” los colegios. Hace unos días llamé a Espasa para pedirles un libro para la revista y David Cebrián me estuvo contando cosas interesantes. Yo ya había visto que me habían incluido en sus “apuestas navideñas”; pero también me dijo que habían tenido una reunión con su departamento de promoción escolar, que iban a mandar varias recomendaciones a los colegios… y que mi Dhampiro se encontraba entre ellas. A ver si surte algún efecto. También he dejado ejemplares, por personas interpuestas, en dos colegios de Madrid. Tengo más esperanzas en uno que en otro, pero dejemos que el tiempo hable. Yo tengo fe en Bruno, la verdad. Creo que está bien escrito y que es emocionante y divertido, aunque sea orgullo materno totalmente subjetivo.

Por otra parte, el proyecto Zamora ya es una realidad: si todo va bien, el 21 y 22 de abril visitaré dos colegios y hablaré con niños que han leído el libro. Por lo visto, quieren incluir a los cursos inferiores en la actividad, porque los peques se quejan de que los eventos que se organizan son siempre para mayores, así que a lo mejor tengo que diseñar alguna cosa para niños de seis o siete años. Habrá que echarle imaginación (y se agradece cualquier tipo de ayuda).

Por otra parte, Bruno II avanza despacio, en lo que ya es su ritmo habitual, pero está más orientado que antes y creo que podré hacerlo. Si dispongo de un poquito de tiempo, porque con la crisis los que aún no hemos perdido nuestro trabajo estamos sobrecargados. ¡Uff!

Brunofiesta: el reportaje gráfico

13 de Noviembre de 2008

Así es, señoras y señores. Cinco meses después del evento, al fin tengo una colección de fotos digna de ser enseñada. Y todo gracias a mi hermana Ana, que se erigió en su momento en fotógrafa oficiosa de la Brunofiesta y que este fin de semana me pasó el CD con los documentos gráficos pertinentes. Allá van algunas de las más representativas. Quien se quede con ganas, que se pase por Facebook.

El día anterior descubrimos a Bruno en la Casa del Libro. Nos lo tomamos con la seriedad que era de esperar.

Sobre charlas, YouTubes y políticos

12 de Noviembre de 2008

Antes que nada, y como sé que estáis todos con el corazón en un puño, os informo. La charla fue bien, la verborrea pudo a los nervios y los chascarrillos sobre titulares demenciales son mano de santo. Los estudiantes eran muy espabilados e inquietos. Me hicieron bastantes preguntas –algunas bastante comprometidas– y José Alberto tuvo que decir: “Ya sólo tenemos tiempo para dos preguntas más; a ver: tú y tú”, lo que me hizo bastante ilusión.
Lo siento, eso sí, por la pobre chica de la tercera fila que se pasó toda la charla asintiendo a lo que yo decía. ¡Mis disculpas! Si te miraba todo el rato era porque resulta más sencillo dirigirse a una persona concreta que pasear la vista por una multitud.
Esta mañana he googleado a Bruno por si había algo relacionado con la charla y he encontrado varios blogs al respecto. Si leéis el comentario de Laura a la entrada anterior, entenderéis por qué. Lo que no me esperaba es que hubiera todo un vídeo relacionado con mi intervención. Así es, chicos y chicas. ¡Estoy en YouTube! Comprobadlo vosotros mismos.

Rosa en la UMH

And now for something completely different. Espaciolibros ya no cree que Bruno Dhampiro haya sido escrito por Jesús Gil. Ahora está convencido de que lo ha hecho ¡¡Rosa Díez!! No sé si tomarme todo esto como una invitación a entrar en política, pero es indudable que vamos adquiriendo nivel. Podéis verlo aquí.

La aldea global

4 de Noviembre de 2008

La aldea global funciona, y más desde que existe Facebook y el mundo blog. El lunes próximo participaré en una charla-coloquio con el título “El peridista como narrador de historias” en la Universidad Miguel Hernández de Elche. Un antiguo profesor de la Universidad, que ahora trabaja allí, me localizó vía Faustino (ver entrada anterior) y me propuso participar. Estoy algo nerviosa, la verdad. Por suerte, alguien me dio hace meses un consejo estupendo: que disfrutara de todo lo que tiene que ver con Bruno, incluso de los nervios y la inseguridad, o corría el peligro de aturullarme y descubrir después que no me había enterado de nada. Sorprendentemente, lo que más me preocupa no es la charla, que tengo bastante encarrillada, sino el PowerPoint que debería llevar como complemento y que es terra incognita para mí.

Por otra parte, el año que viene celebraré el día del libro en Puebla de Sanabria (Zamora): la hermana del novio de una amiga (de nuevo la aldea global) me ha conseguido allí una presentación. Es el primer acto puramente infantil relacionado con Bruno, así que estoy muy emocionada.

Curiosamente, conozco Puebla de Sanabria de pasada, pero muchas veces. Mi familia y yo pasábamos allí una noche al año, de camino a nuestras vacaciones en Galicia. Recuerdo que siempre dormíamos en el hotel Enrimari (creo que luego se convirtió en un local de reputación no dudosa, sino evidente), donde había una cuadrilla de gatos que nos volvían locas a mi hermana y a mí.

Ah, y hablando un poco de todo, la semana pasada me llegó el adelanto de Alemania. No van mal los extras contra la crisis. Igual este fin de semana, en Londres, me doy algún capricho (léase Forbidden Planet, léase HMV, léase cualquier librería de Oxford Street). Todo pudiera ser. No sé si habrá algo de promoción relacionada con Alemania, pero Fischer es una editorial de Frankfurt y el Instituto Cervantes acaba de abrir sede allí. Creo que llamaré a la agencia y se lo comentaré, para que me digan si es una memez o si puede salir algo de ahí…

Actualizaciones

21 de Octubre de 2008

Semanas y semanas sin novedades y, de pronto, ¡ale hop! Dos menciones a Bruno, las dos de lujo y las dos con historia.

El templo de las mil puertas es una revista digital sobre literatura juvenil. Yo descubrí su existencia en la feria del libro, cuando estaba firmando. Un chico y una chica se acercaron al stand y estuvieron preguntándome por el libro.: cómo había conseguido publicarlo, qué recursos había empleado… Me dijeron que trabajaban en El Templo (dicho así suena hasta irreverente) y que estaban preparando un reportaje sobre cómo publicar la primera novela. Les regalé un ejemplar (tenía un montoncito de Brunos de mi lote, por si los parientes) y les dije que estaba allí para lo que quisieran. En junio, incluyeron el libro entre las novedades del mes. Les escribí para darles las gracias y me enviaron saludos y una detallada crítica del libro (¡bastante positiva! Un día la postearé). Poco después, volvieron a escribirme para que participara en el susodicho reportaje. Y ya podemos disfrutarlo todos en formato PDF y rigurosamente gratis. La verdad es que tiene un montón de datos y consejos útiles, y probablemente, de haberlos tenido en mi mano, habría perdido menos el tiempo dando palos de ciego en su momento. Con Bruno o sin Bruno dentro, recomiendo El templo a todos los frikis de la literatura juvenil, escritores aficionados del género y curiosos impenitentes.

La segunda mención tiene tanta historia que se remonta a mis años de estudiante, por tierras norteñas. La cafetería del edificio central de la universidad se llamaba Faustino. Y la carta periódica que el profesor Vidal-Quadras dirige a los antiguos alumnos, dando noticias de sus andanzas, se titula, como no podía ser de otra manera, “Desde Faustino”. Antes la recibíamos en papel, pero desde hace unos meses, el profesor se ha sumado al mundo digital y publica su carta abierta en internet. En la edición que acaba de colgar en la red se encuentra un fragmento del e-mail que le envié hace unas semanas, dándole noticias del nacimiento de Bruno. Podéis leerlo aquí.

Las dos menciones me han emocionado mucho. ¡Gracias!

Mi vida sin mí

9 de Octubre de 2008

Ojiplática me he quedado al leer la biografía que figura junto a la reseña de “Bruno Dhampiro” en el blog EspacioLibros

¡Resulta que he muerto de infarto cerebral, y no recientemente, sino hace cuatro años! ¡Resulta que he sido condenada por homicidio y he pasado años en la cárcel! ¡Resulta que he sido alcalde y presidente del Atlético de Madrid! ¡Resulta que soy un hombre (muerto)! ¡Resulta que el primer nombre de Jesús Gil era Gregorio! ¡Resulta que yo soy Jesús Gil!

Nunca termina una de conocerse.